Los niños están en pleno desarrollo y su organismo se prepara para los cambios, así que es visible su cambio de estructura y forma, lo mismo que el lógico aumento de peso. La comodidad que tenga un niño para dormir es un factor determinante incluso para su crecimiento, problemas de irritabilidad, psicomotricidad, falta de rendimiento, poca resistencia ante los virus comunes o problemas con sus amigos, pueden ser avisos de su falta de sueño, y en este caso el colchón cobra una importancia única. Para un niño es importante que se elija un colchón que le permita tener libertad de movimientos y cambio de postura.
Que sea confeccionado en una tela térmica, que no le genere ni calor ni frío, con tratamiento anti-ácaros, y sobre todo, que exista una relación óptima entre firmeza y confort, que logre que en realidad sienta que está durmiendo entre nubes.
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