· Tienes un colchón de muelles? Son, sin duda, la tecnología que más transpira. Eso les convierte en los favoritos de las personas muy calurosas y en especialmente aptos para las bases tapizadas. Es más, en este caso también contribuyen a la durabilidad de los muelles, ya que evita que se flexionen en exceso a lo largo de toda la vida útil.
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¿Tu colchón es de látex? Aunque te parezca sorprendente, anota también esta clave para acertar la selección: lee las recomendaciones de los fabricantes antes de comprar. Porque si tienes un colchón de látex o de espumaciones avanzadas como el Bultex (y la base tapizada no cuenta con la suficiente ventilación) entonces lo más probable es que tengas que optar por un somier de láminas. Recuerda: cuantas más láminas y más juntas estén, mejor será el somier.
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El ambiente donde colocas la base también tiene algo que decir: si lo haces en una habitación con mucha humedad o problemas de ventilación te recomendamos que optes por un somier de láminas.
Una base tapizada siempre es rígida y se apoya totalmente en horizontal. Junto a su estabilidad -que no olvides que es una de las claves para descansar bien- las características de este tipo de bases sirven para agudizar algunos aspectos del colchón como, por ejemplo, el grado de firmeza.
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